jueves, 17 de marzo de 2011

Dios, origen de la vida



Por P. Jorge Loring


Dios es el Autor de la vida. Incluso en una hipótesis evolucionista hay que aceptar unas leyes que dirijan esta evolución. Estas leyes son obra de Dios.

Juan Oró , uno de los españoles que investigan en los Estados Unidos para la NASA, que está al frente del equipo que analizó las muestras lunares que trajeron los astronautas, y cuya opinión fue definitiva para afirmar que en Marte no hay vida, opina que la vida surgió a merced de un proceso de evolución química gradual que conduce a la generación progresiva según leyes determinadas, aunque todavía estamos lejos de tener una clara comprensión de las leyes que rigen la evolución de las partículas elementales.

El biólogo soviético Alejandro Oparin, explica así el origen de la vida: «En la atmósfera terrestre primitiva, a partir de algunos compuestos relativamente sencillos, principalmente metano, amoníaco, vapor de agua y ácido sulfúrico, y bajo la acción de las descargas eléctricas y rayos ultravioleta se formaron numerosas y variadas sustancias orgánicas de molécula compleja. Estos productos pasaron a formar parte de la hidrosfera, al ser arrastrados por la lluvia, y una vez allí, sufrieron posteriores modificaciones, y un incremento ulterior de su complejidad»(174).

En abril de 1985 la revista norteamericana «News Week» se hacía eco de la presentación, por parte de un grupo de bioquímicos de la NASA americana, de unas pruebas según las cuales la arcilla sirvió como catalizador en la formación de los primeros compuestos orgánicos. Podría ser una explicación de aquello de la Biblia de que la vida nació del barro.

Recientemente Leslie Orgel, uno de los mayores expertos mundiales en la materia, demuestra en la revista científica Nature que el origen de la vida pudo aparecer en terreno arcilloso.

De hecho Stanley Miller y Harold Urey , en 1953, haciendo pasar una descarga eléctrica a través de una mezcla de metano, amoníaco, nitrógeno y vapor de agua, lograron sintetizar aminoácidos constitutivos de las proteínas.

El Doctor en Ciencias Químicas, D. José Sánchez-Real, Catedrático en Valencia, opina que la reacción que Oparin sitúa en la superficie de la Tierra debió darse en altas capas de la atmósfera.

En todo caso, como el mismo Oparin expone en su obra con multitud de fórmulas y reacciones químicas, todo esto supone unas leyes, y las leyes una inteligencia. A esta inteligencia la llamamos DIOS.

Por eso decimos que Dios es el Autor de la vida.

El mismo Oparin reconoció en Barcelona (junio 1973), en la IV Conferencia Internacional sobre el «Origen de la Vida»: El origen de la vida no es ocasional. Se ajusta en todo a las leyes de la Naturaleza Y Stuart Mill: Las leyes de la Naturaleza no pueden, por sí mismas, ofrecer una explicación de su propio origen.

John B. Haldane , famoso fisiólogo genetista británico, Profesor de la Universidad de Cambridge, afirma que el origen de la vida es imposible sin un Ser Inteligente preexistente.

La vida no se ha formado por casualidad, sino que se basa en leyes bien precisas.

Dice Salvador de Madariaga: «El mundo vivo no puede ni siquiera concebirse sino como la ejecución de un proyecto que le es anterior»(175). El paso de las micromoléculas a las macromoléculas se realiza según unas reglas y leyes.

Fred Hoyle , célebre científico inglés, a quien en 1972 le fue otorgado el título de «Caballero» por sus trabajos científicos, afirma: «La vida no puede haberse producido por casualidad»(176).

La base de la vida, está en los ácidos nucleicos y aminoácidos.

Los aminoácidos son los componentes de las proteínas. Las proteínas son los ladrillos de las células. Estas macromoléculas son esenciales en todo ente con vida.

«Hay una ley que desde los primeros aminoácidos y nucleótidos formados en las aguas primitivas han conducido a través de millones de años de evolución hasta la formación del DNA humano»(177).

La molécula del ácido desoxirribonucleico (DNA) componente fundamental de los cromosomas, es portador de la información genética. Cada célula puede poseer docenas de cromosomas. Cada cromosoma posee cientos de genes. Los genes son cadenas de ácido desoxirribonucleico (DNA) .

Harada sintetizó aminoácidos, que son los componentes estructurales de las proteínas sometiendo a una temperatura de mil grados centígrados amoníaco, vapor de agua y gas metano, tres derivados volcánicos que probablemente eran muy abundantes en la atmósfera primitiva.

Sin embargo la complejidad de la proteína lejos de ser un desorden, es un orden supremo. Es decir, siempre hemos de admitir unas leyes que dirigen la evolución El Dr.Jorge Wald , biólogo de la Universidad Norteamericana de Harvard, Premio Nobel, dijo en el Congreso Internacional sobre el Origen de la Vida celebrado en Barcelona en junio de 1973:

No hay ninguna oposición entre la aceptación de la explicación científica del origen de la vida y la creencia en Dios, pues éste es el Autor de las leyes que rigen el proceso biológico.

«Hoy, no pocos científicos, al menos entre los occidentales, admiten consecuentemente una tendencia finalista en el desarrollo de las formas.

Efectivamente, los últimos descubrimientos, de modo particular los realizados en el sector de las estructuras vivientes, van demostrando la existencia de leyes en los fenómenos vitales, donde el simple azar queda excluido, aun por el mismo cálculo de probabilidades»(178).

La vida y la evolución tienen un sentido, no es puro azar.

El mismo Oparin reconoce que las leyes de la Naturaleza no pueden ser producto de la casualidad, pero no se pregunta cuál es el origen de estas leyes.

Reconocer la existencia de leyes en la Naturaleza y no preguntarse por el origen de ellas es quedarse a mitad de camino. Si nos preguntamos por el origen último de estas leyes llegaremos a Dios.

La vida pudo comenzar en el mundo en un momento determinado, según las leyes puestaspor Dios en la Naturaleza.

Parece que fue hace unos 3.000 millones de años.

Comenzó de modo muy elemental, y poco a poco fue evolucionando hasta el hombre, que es la suprema manifestación de la vida en la Tierra. La evolución de la vida en la Tierra supone unas leyes que la han dirigido. La selección natural de la evolución se produce por mutaciones de los caracteres hereditarios en los genes de los cromosomas. Pero este proceso ha seguido unas leyes que han dirigido la línea de la evolución.

«Todo el proceso ha estado programado para que al final apareciese el hombre…Ha existido una dirección privilegiada una finalidad. Sin duda, esta finalidad está en plano superior al puramente material de la evolución»(179).

El que la vida haya comenzado en la Tierra o haya venido de otro astro, es indiferente para explicar las causas del origen de la vida.

El que la vida haya venido de otro astro no excluye que la vida se haya originado según unas leyes.

Por otra parte, no se ha demostrado la existencia de seres inteligentes extraterrestres. A los ovnis se les encuentran explicaciones que no los hacen necesariamente extraterrestres .

El hecho de que la vida haya comenzado en la Tierra o haya venido de otra galaxia es lo de menos, pues tan sólo pospone la cuestión a otro tiempo y lugar , afirma el célebre astrónomo norteamericano Dr. Robert Jastrow(180).

Aparte de que los rayos cósmicos hubieran acabado con la posible vida en los viajes interplanetarios.El que la vida haya comenzado en la Tierra o haya venido de otro astro, es indiferente para explicar las causas del origen de la vida.

El que la vida haya venido de otro astro no excluye que la vida se haya originado según unas leyes.

Por otra parte, no se ha demostrado la existencia de seres inteligentes extraterrestres. A los ovnis se les encuentran explicaciones que no los hacen necesariamente extraterrestres .

El hecho de que la vida haya comenzado en la Tierra o haya venido de otra galaxia es lo de menos, pues tan sólo pospone la cuestión a otro tiempo y lugar , afirma el célebre astrónomo norteamericano Dr. Robert Jastrow(180).

Aparte de que los rayos cósmicos hubieran acabado con la posible vida en los viajes interplanetarios.
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encuentra.com: estos textos han sido reproducido, con permiso del autor, del libro: “Para Salvarte” de Jorge Loring, S.J.

(174) - ALEJANDRO OPARIN: Origen de la vida sobre la Tierra, V. Ed. Tecnos. Madrid, 1970

(175) - SALVADOR DE MADARIAGA: Dios y los españoles, pg.37. Ed. Planeta. Barcelona, 1975.

(176) - FRED HOYLE: El Universo inteligente, I, 1. Ed. Grijalbo. Barcelona, 1984.

(177) - PIERO PASOLINI: Las grandes ideas que han revolucionado la Ciencia en el último siglo, I, 4. Ed. Ciudad Nueva. Madrid, 1981.

(178) - SEBASTIÁN BARTINA, S.I.: Hacia los orígenes del hombre, I, 1. Ed. Garriga. Barcelona.

(179) - DR. BERMUDO MELÉNDEZ, Catedrático de Paleontología en la Universidad Complutense de Madrid: Las bases científicas del evolucionismo, pg. 89. Ed. ADUE. Madrid.

(180) - ROBERT JASTROW: El telar mágico. Ed. Salvat. Barcelona, 1985.

Guardianes De La Cruz on March 16, 2011